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Acabamos de dar la vuelta a todo un macizo de cerros, y llegamos a la mina.



La mina

De paso, como si fuera un premio de consolación por la circunvolución, vimos todo el imperio industrial del cual esta mina, gigantesca como es, es solamente una parte. Todo, aquí, es titánico. Las medidas son difíciles de concebir, aun teniéndolo todo a la vista; hay que hacer un trabajo intelectual de comparaciones analíticas para empezar a percibir la realidad de las medidas.

Tenemos a la vista la excavación artificial más grande de la Tierra, con una profundidad de 800 metros, un ancho aproximado de cerca de 4 kilómetros, una superficie de abertura de unas 760 hectáreas; y la enormidad de esta excavación se vuelve todavía más impresionante cuando se aprende que no empezó en un terreno chato, o sea que no fue excavada de una llanura para abajo, sino que, encima de lo que hoy es esta excavación monstruosa, se erguía otrora un cerro, que fue el primero en desaparecer del mapa, roído y digerido por la minería humana.

El hormigueo que vemos allí abajo - y aquí arriba - está a la escala de la excavación.

Cada día, se arranca de la Tierra, por medio de nada menos que unas 30 toneladas de explosivos, algo de 400.000 toneladas de material, de las cuales, 310.000 toneladas de desperdicios y solamente 90.000 toneladas de mineral de cobre; es un trabajo hercúleo sin duda.

Se mueve dicho material mayormente por trenes, con unas 62 locomotoras y unos 1.270 vagones, recorriendo una complicada y escabrosa red de unos 150 kilómetros de rieles dentro de la mina misma, incluyendo tres túneles; las autoridades de la mina se ufanan de que esta red ferroviaria está entre las más activas de toda la Tierra. También hay algunos camiones; son los mismos gigantes que vimos en la mina de arenas bituminosas en Alberta.

Esta actividad resulta en un movimiento de materiales de 145 millones de toneladas por año, una cantidad astronómica e igualmente difícil de concebir; movimiento que se puede lograr, naturalmente, solamente con una organización meticulosa respaldada por las inevitables procesadoras y por ensayos de los proyectos, en modelos a escala reducida de la mina.

Sin embargo, esta actividad impresionante por lo hercúleo que es, tiene su aspecto incongruamente microscópico: como ya indicado, más del 75/oo de todo el material movido es material de desecho, y en el porcentaje restante, que es el mineral de cobre, la relación de cobre al mineral es un infinitesimal 0,54/oo, o sea que hay que trabajar una tonelada de mineral para conseguir 5,4 kilogramos de cobre, y si se considera que para cada tonelada de mineral sacada de la mina hubo que mover primero 3,5 toneladas de desechos, el resultado final es que hubo que mover 4,5 toneladas de material, y procesar >>>>>>>>