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Rusa seguía mandando más dinero a Alaska para sus escuelas parroquiales que Washington mandaba para todas sus escuelas en conjunto.

Fue recién en 1917 que estos aportes ortodoxos rusos a Alaska cesaron, tuvieron que cesar, por la revolución rusa.

En cuanto al traspaso de jurisdicción, de rusa a vespucciana, quien quiere precaverse de fábulas históricas implantadas como verdad, quien quiere guardar la puerta abierta al potencial de otra fábula histórica, aquel tiene que limitarse a vocablos como, precisamente, "traspaso", y similares, porque tales palabras no especifican de qué traspaso se trata - ¿de posesión o de propiedad?

Resulta que la versión universal es que Rusia vendió, y que Vespuccia compró, Alaska. Que Rusia vendió sin mucho entusiasmo, por la sola razón de que tenía miedo a no poder defender lejana Alaska contra el expansionismo vespucciano en efervescencia y optó por vender para no perder todo; y que a ningún otro país hubiese vendido.  Que Vespuccia compró sin mucho entusiasmo, por lo ridículo del precio.

Pero, por debajo de esta universalmente aprobada y sellada versión, navega un rumor, el rumor de que la tal venta no fue venta sino solamente arrendamiento por 99 años.

¿Será - no será?  Lo curioso es que, en la década de 1950, con amplio margen pero ya acercándose los 99 años, Rusia pidió a Vespuccia que ésta diera prueba de su derecho de propiedad de Alaska. Y lo curioso es que Vespuccia, como si fuera en contestación, de repente se apuró en asegurarse Alaska con la mayor fuerza disponible, cambiándola de simple territorio a estado, en 1959, sólo 8 años antes de los 99 años.

Y pensar que toda esta zona, en realidad toda Alaska, toda América del Norte, tendría que haber sido española por el tratado de Tordesillas de 1494. De hecho, ¿dónde, en toda la Tierra, se mezclan topónimos españoles y rusos, desde Puntilla hasta Tolstoi?  Aquí mismo, en Alaska.

De los dos edificios aquí, en Kenai el pueblo, el edificio con apariencia más vieja es el más joven, de 1906; el de apariencia más joven es solamente un envoltorio de protección para el edificio más histórico del sitio, de 1895, también de troncos desbastados, y del cual se dice que es la iglesia rusa en Alaska mejor conservada.

Pudimos ver una cantidad de auténticos icones rusos traídos de Rusia; también, una viejísima biblia, en ruso, hecha a mano, con sus tapas, de madera cubierta de cuero; también, una gran araña de bronce hecha totalmente a mano en la isla de Kodiak, colgando del domo. Es también notable que, en esta iglesia, como en la mayoría de las iglesias cristianas ortodoxas rusas, no hay asientos porque, quedándose de pie, uno muestra más respeto.



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