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principio, observamos que, aun a medianoche o a la una de la mañana, quedaba una luminosidad en el cielo hacia un punto del horizonte.

Y al principio - otro caso de no usar la cabeza - nos era evidente que se trataba del oeste, hasta que, una vez, nos sorprendió descubrir que no era el oeste sino el norte; de inmediato nos pareció natural que, en el medio de la noche, el resplandor del Sol detrás del horizonte no viniera más del oeste sino desde el norte por encima del polo desde el otro lado del globo terráqueo, pero ¿por qué no lo concebimos así nosotros por inteligencia propia - ya que, por colmo, teníamos los conocimientos necesarios para ello - sin esperar que nuestro compás nos diera una patada?

Y ahora, la luz del día - o de la noche, como se quiera - se extendió tanto que, a medianoche o a la una de la mañana, si bien el Sol está detrás del horizonte, hay luz ambiente en la Tierra suficiente como para no necesitar luces artificiales al aire libre.

Otra cosa que también tuvo su paulatina, pero a la vez muy obvia, evolución fue la población aviar.

En invierno, cuervos, aquí, también hay. Si bien no tantos como en el norte, tienen la mismita personalidad que sus hermanos más boreales. Y como, aquí, también hay bandadas de palomas, se puede hacer un interesante estudio comparativo de las características, individuales y colectivas, de ambas especies. A primera vista, los cuervos parecen mucho más individualistas y creativos, mientras que las palomas parecen muy ovinas.

Pero, progresivamente, los cuervos fueron desapareciendo, y fueron apareciendo las gaviotas; así que, durante un tiempo, hubo el inhabitual trío de cuervos, palomas y gaviotas; y, ahora, prácticamente, no hay más que las dos últimas.

La gente también se va adaptando de invierno a primavera. Parece muy hambrienta de sol: son éstos los primeros días de sol después del invierno, y la ambitura no está como para obligarlo a uno a desnudarse, y sin embargo mucha gente anda por la calle como si estuviera en la playa.

Whitehorse quiere decir Caballo Blanco, pero caballo blanco aquí no hay y nunca hubo; parece que la denominación surgió de unos rápidos que había en el río Yukon y que, a los primeros forasteros, les parecieron como la melena de un caballo blanco.

El 25/oo paraborigen de la población del territorio de Yukon se nota enfáticamente en las calles de Whitehorse, donde una cierta cantidad de paraborígenes forma una casta a la deriva, probablemente por desorientación y desarraigo en una sociedad ajena a las tradiciones recibidas.



Escultura inuit hecha en hueso de ballena fosilizado

En una pequeña loma cerca de la ciudad, hay un cementerio paraborigen, con, a la vez, todas las marcas de un cementerio cristiano, y, encima de varias de las tumbas, las llamadas casitas de los espíritus, casitas enanas pero con >>>>>>>>