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Obsidiana. Un solo detalle, que no vimos en la obsidiana de México y Guatemala: una pequeña manchita de iridiscencia, una sola y muy leve, pero suficiente para llamar la atención.

Averiguamos. Obsidiana, no. Desechos de hornos de fundición. Si obsidiana es vidrio natural, esto pues es algo como vidrio natural artificial, un aparente disparate pero bastante ilustrativo del caso de la falsa obsidiana.

* Chequia - Nuestra Expedición.

Cementerios, visitamos varios en América, a más de los entierros arqueológicos; cada uno por su razón - como, por ejemplo, aquel cementerio en Vespuccia, con una cruz cristiana en cada tumba porque es cementerio de perros y gatos, mientras que en cementerios de cristianos nunca vimos una sola cruz. Pero, para la petrificante, insospechable, sorpresa de ver, sin preaviso, nuestra propia imagen en una cabecera de tumba, tuvimos que esperar el cementerio de Olšany en Praga; bueno, no la imagen de nuestras caras si no, indudablemente, de nuestra Expedición, más específicamente de los alcances geográficos de nuestra Expedición, un mapa, grabado en la cabecera, de toda América (de Ellesmere a Tierra de los Fuegos), de Europa occidental y de Africa occidental, exactamente como nuestro mapa, en un círculo aconvexado a manera de hemisferio, en la gran cabecera, por otra parte en bruto, a manera de menhir.


El monumento

Nos quedamos debidamente petrificados. Sólo faltaba nuestro derrotero para sentirnos en ... casa - o cómo hay que decirlo.

Evidentemente, surgió la virulenta pregunta: ¿quién, por qué? La inscripción nos dejó en ayunas por ser ilegible por muy borrada; salvo el apellido, pero éste, no deletreado sino como firma y, para peor, con firuletes grafológicos de una personalidad creativa; algo como Vráz o Nráz, o podía ser una J en vez de la Z.

Nos informamos. Vráz. Un viajero y escritor checo de antes de la segunda guerra mundial.

Bien extraña, esta circunstancia tan cerca del fin de nuestra Expedición. Si no fuese que también hicimos otras cosas en esta vida, parecería una sugerencia para nuestro propio futuro descanso.

Por otra parte, este cementerio es como ningún otro hasta ahora en esta Expedición. Por su abundante vegetación, desde mullidos tapices de hiedra hasta frondosos árboles, y por cierta irregularidad en la disposición de los sepulcros, debe de ser una tranquila morada final para los finados. Y por todo ello, y la variedad del arte funerario, es también de interés para los visitantes.  No entendemos que no se encuentre en algún circuito turístico.

* Chequia - Perú;  Colón - Tahuantinsuyo.

¿Relación? Colón; más precisamente la manera de escribir esta palabra en checo: Kolumbus. La K se entiende porque, en checo, una C tiene el sonido "ts".