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3) Finalmente, en este renglón, vimos, con asombro levemente teñido de histérica incredulidad, algo que podría ser un cuadro de opereta en un mundo de malévola fantasía, algo como Plantas en Cadenas, o Cadenas Salvadoras: plantitas y arbustos perennes, en bancales a lo largo de edificios, estrechamente aprisionados en individuales lazos de una cadena lo suficientemente gruesa como para mantener un toro amarrado, una cadena de un solo pedazo, de planta a planta, de la primera a la última, y un candado en cada planta; sesenta candados y decenas de metros de cadena en el caso de un bancal cerca de uno de nuestros sitios de estacionamiento, una pequeña fortuna - todo como precaución contra más robos de las plantas nuevas en reemplazo de las plantas anteriores robadas.

Asaltos a personas no vimos, pero historias de asaltos escuchamos en cantidad, así como historias de atracos en pasillos y de robos en departamentos.

Un día, en una tertulia callejera comentando un asalto reciente, aprendimos un importante recurso de autodefensa, así como la desconocida ventaja de todos los tachos de basura tan frecuentemente afeando las veredas de las calles residenciales, las 24 horas del día: las tapas de los zafacones sirven de excelente escudo contra cuchilladas de asaltantes.

Incluso, vimos un robo en un departamento en un inmueble con portero - mejor dicho vimos la policía acorralando y apresando el ladrón. Pero ¿cómo entró el ladrón si había portero en la entrada?  Por el techo, pues, desde un edificio vecino.


La policía, en el 432 este de la calle 85

Consejos-de-amigo oficiales a automovilistas:
1) antes de entrar en su coche, fijarse que no haya un asaltante escondido detrás del asiento;
2) apenas adentro, cerrar el seguro de la puerta; y no abrir la ventana sino un pequeño intersticio para evitar manos desde afuera.

Los consejos-de-amigo a pasajeros de transporte público, ya los anotamos, por las sortijas, las pulseras y los relojes.

Consejos-de-amigo oficiales a todo el mundo: téngase siempre dinero a mano para atracadores, y entréguelo con alacridad.

Por ley, cada entrada de edificio tiene la obligación de proveer bastante luz para evitar rincones oscuros.

/\  También hay los puros vándalos.

Por ejemplo, una noche, alguien vació a la vereda todo el montón de basura de una de las canastas metálicas públicas en la calle y lanzó la canasta a manera de proyectil contra un coche estacionado, rompiendo un cristal grande y abollando la carrocería en dos o tres sitios.