español english français česky

Idos son los tiempos cuando los Negros trataban de imitar a los Blancos, por ejemplo aplastándose artificialmente el cabello. Un día, alguien descubrió que "negro es hermoso"; y así se ve en el peinado de esas mujeres.

Nos preguntamos qué eternidad lleva elaborar esas invenciones. Y nos preguntamos cómo se combina el natural deseo de no deshacer el resultado de tanto trabajo demasiado frecuentemente y la natural necesidad de mantener el cabello limpio.

Un verdadero museo de peinados - con la exquisitez de su aleatoriedad porque nunca se sabe qué se verá o vislumbrará dónde. Cómo nos gustaría tener fotografías de esos peinados; pero no; como en muchas otras partes, privacidad primero.  Quizás se merecerían una sala en un museo-museo.

\NY/ Observaciones reminiscentes de observaciones en otros países (en general, >>>>>contradictorias de observaciones anteriores en Vespuccia y, por ende, sorprendentes).

/\ En el correo, nos encontramos con dos estampillas especiales para inflación.

1) Una estampilla sin denominación de precio, sin dibujo, para agregar a sellos ya existentes pero de importe insuficiente a causa de la inflación.
2) Una estampilla con una linda flor y, en vez de precio, la letra F. No como inicial de la palabra "flor" sino para indicar que esta adaptación a la inflación es la sexta desde la letra A. Y, así como los certificados inflacionarios bancarios en Bolivia, estas estampillas no tienen valor para uso internacional; sólo para uso nacional.

/\  Ay, los robos. Reminiscencia de Lima. Ingrediente de la vida diaria. Cualquier momento del día y de la noche. Recibimos tantas advertencias no solicitadas, por extraños en la calle, vimos tantos robos, ya sea en el acto o por sus resultados, que no nos atrevimos jamás a dejar nuestro vehículo un solo minuto sin nuestra vigilancia.



Y las famosas escaleras en caso de incendio van desapareciendo.  ¡Lógico!

Incluso, desbaratamos dos robos de pertenencias, una vez, ajenas, y una vez, nuestras.

\ Un caso de robo desbaratado ocurrió a eso de las 16.  ¡En plena tarde!

Estábamos estacionados y atareados en nuestro vehículo, cuando escuchamos un inhabitual ruido de golpe sordo y de vidrio roto. Miramos, y de inmediato nos dimos cuenta de que, justito del otro lado de la calle, un ladrón había roto un cristal de coche y ya estaba sacando cosas. Karel pegó un salto. El ladrón quiso escapar con su carrito - un negocio con transporte propio es siempre un mejor negocio, no cierto - pero Karel agarró el carrito, de manera que el >>>>>>>>