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tanto los ingenieros militares de antaño como los ingenieros viales de hace poco se dieron cuenta de que es el lugar más angosto del estrecho.

/\  Para ver la ciudad desde arriba, el impulso ovino es subir al piso 102 del Edificio del Estado-Imperio, el Empire State Building, y/o al piso 110 del World Trade Center, con la consecuencia de verlo todo - salvo ... uno de los dos edificios más altos e importantes de la ciudad, por la simple razón de que uno está encima de uno de ellos. Más sensato es subir a algún otro edificio, sin importancia propia, y realmente verlo todo con mayor profundidad de perspectiva, incluyendo el ESB y el WTC (qué importantes nos sentimos haciendo como hace la gente importante, reduciendo cuanto se pueda a iniciales). Además, uno se siente mejor, a gran distancia, y no debajo, de las antenas de micro-ondas de los edificios más altos.

Y lo que se ve es una hirsuta, inestética, acumulación de aristas, líneas rectas y ángulos; sin avenidas convergentes o divergentes para darle estructura, sin siquiera un solo meandro de río para darle estructura, sin parques para darle estructura, sin una loma para darle estructura, sin - lo que sería lo ideal - una combinación de todo lo dicho para darle una estructura; con los coches como hormigas, ahí abajo, ahogándose, inconfortablemente constreñidos en la abismal estrechez de los cañones de hormigón.

El único edificio que hayamos visto bastante iconoclasta como para rechazar cualquier línea recta o ángulo se encuentra en la avenida 3 y la calle 53; o, como acostumbran decir los indígenas de habla inglesa, en la Tercera avenida y la Quincuagésima Tercera calle; o, como acostumbran decir los indígenas de habla castellana, en la Tercera avenida y la calle Cincuentra y Tres; y no tiene ningún atractivo salvo el de ser diferente.

Todo lo cual crea un problema para quien sinceramente quiere agregar unas fotografías de Nueva York a su fototeca porque ¿cuántas veces o de cuántas maneras se puede fotografiar paralelepípedos? Para darse cuenta del problema, basta fijarse en las tarjetas postales locales. Indigentes. Con grandes leyendas para cubrir la indigencia.

Felizmente, tropezamos con una idea para tomar una variedad de fotografías en Nueva York sin, una sola vez, incurrir en un estereotipo - de hecho sin jamás fotografiar un paralelepípedo; la idea de fotografiar para-arqueología neoyorquina - glifos, cabezas clavas, felinos, grecas, águilas, mascarones, indicadores solares - en fin, todas cosas que se sabe que no son arqueología en el sentido corriente de la palabra pero que nos hacen acordar del espíritu de sus homólogas en la arqueología habitual, y que, sin duda, si fueran parte de un sitio arqueológico verdadero, con alguna interpretación del guía, serían tan reverentemente admiradas y fotografiadas como aquí son ignoradas.


      
                                 Acuario en St. John the Divine                                    Calle 82 entre Lexington y Tercera


Calle 89 oeste