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Comentario nuestro al margen. De todos modos, aun con ventanas, aun con ventanas que se pueda abrir, aun con gente dispuesta al supremo esfuerzo de abrir la ventana, no hay, en Vespuccia, una sola ventana de uso común que se pueda abrir en toda su superficie aparente: abriendo una mitad, muy inteligentemente se tapa la otra mitad, y no hay remedio. Nunca más de una mitad de ventana se puede abrir. Y para lavarlas, una odisea; hasta, en un 25/oo de la superficie, una imposibilidad. Son ventanas del tipo guillotina corrediza vertical en dos cuerpos.

2) ¿Por qué, para levantar un edificio, especialmente comercial, en un lote con arboleda - como ella está planeando hacerlo - se corta todos los árboles y se deja el lote pelado y sin sombra en este clima frecuentemente caluroso, en vez de cortar solamente los árboles que imposibilitarían físicamente la construcción, y dejar los demás árboles y sus sombra y general agradabilidad alrededor de la construcción?

Contestación: "money". Y nos dijo que cuesta más caro hacer cortar árboles elegidos, éstos sí, éstos no, que hacerlos cortar todos sin distinción.

Así que, mejor money que aire y luz, mejor money que acogedora arboleda. Lo curioso del caso - esto lo vimos innumerables veces - es que, después de tumbar añejos árboles dados por la naturaleza, se planta, a veces, unos esqueléticos arbolitos - como símbolos de preocupación ecológica hay que suponer, ya que para otra cosa no sirven.

               
                                                                                          Ninguna sorpresa: la mudanza de la casa está a cargo del comprador


Y si es demasiado grande para mudar, se corta en dos

Ah sí, en algún momento de estos meses y acontecimientos pasados, no nos acordamos cuándo, también solucionamos el problema de las cubiertas. Tuvimos que ir dos veces a Wilmington. Una vez, para convencernos, de que nuestras cubiertas habituales, de 2.400 libras de capacidad, ya no existen, y de que tenemos que conformarnos con cubiertas de una capacidad de 2.335 libras, y para encargarlas, ya que ni siquiera éstas tenían en existencia; y una segunda vez, a retirarlas. Así que, ahora, tenemos dos cubiertas de las anteriores, más fuertes, atrás para el mayor peso, dos iguales de reserva para el mismo uso, y dos cubiertas menos fuertes, adelante donde el peso es menor. Qué felicidad, que este cambio de norma y fabricación no haya ocurrido en los momentos bravos de la Expedición.

Incidentalmente, en éstas y otras visitas a Wilmington, dio la casualidad de que nos detuviéramos en un barrio negro, o sea poblado exclusivamente por personas negras.

)*( Nos parecía haber aterrizado en otro país, en otra sociedad. Largo rato nos quedábamos. Nadie nos echó la policía encima. Ambiente de afabilidad, fraternidad, como en los mejores lugares latinos. Un hombre caminando por la vereda nos saludó y deseó feliz viaje; una señora caminando por la otra vereda nos gritó algo fraternal por el ancho de la calle; un mozo pasando en una >>>>>>>>