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Pero, si es administrativamente posible eliminar aquí, en Ciudad Juárez, los trámites de salida por ser físicamente imposible cumplirlos ¿por qué no es posible, administrativamente, en Matamoros, por ejemplo, eliminarlos también, aunque sólo sea como muestra de coherencia e inteligencia? - ¿por qué tuvimos, en Matamoros, que correr de oficina en oficina y coleccionar sellados de salida? Si el país sobrevive con salida libre por El Paso, ¿por qué no sobreviviría con salida libre por Matamoros? Ridículo. Además, sabemos que Vespuccia tiene siempre salida libre por todos sus puestos, y todavía no se fundió.

Y ahora, la mitad vespucciana del puente. Ahí sí, va a haber trámites. Y si los Vespuccianos pueden procesar tanto tráfico ¿por qué no lo podrían hacer los Mexicanos? La diferencia es, según ya sabemos, que un trámite vespucciano no es un trámite mexicano - es acaso una vigésima, una quincuagésima, parte de un trámite mexicano; no hay que correr de oficina (y esperar) en oficina (y esperar) no hay siquiera que apearse del vehículo; cuando el vehículo se detiene frente a una de las casetas que cortan en hilera transversal la explanada de ingreso, el oficial de la caseta se apersona a la ventana del vehículo, echa un vistazo a los documentos, hace dos o tres preguntas, probablemente, más que nada, usa su psicoanálisis del comportamiento de los entrantes, y ya, adelante.

Bueno.  Es exactamente así que acaba de pasar con nosotros.

Estamos en El Paso, y en Vespuccia. Cruzamos otra frontera más; teóricamente, un río, en la práctica, más un cañón de río que un río - eso sí, de dos denominaciones diferentes, ambas resonantes como para honrar las aguas que ya no son y compensar la escasez de aguas de hoy: río Bravo y rio Grande, según desde qué margen se mira; y ambas en castellano, aun la vespucciana; con la sola diferencia de río, con acento, y rio, sin acento, respectivamente en México y en Vespuccia, según ya en Matamoros lo notamos y anotamos al cruzar entonces el mismo resto de río, antiguamente sin duda grande y bravo. Y cruzamos una línea horológica - de repente, somos de una hora más jóvenes.

Y ahora ¿qué? Muchas cosas administrativas y técnicas que solucionar. Habrá que decidir cómo y en qué orden. Por lo pronto, no nos podemos alejar de El Paso antes de solucionar las más urgentes porque fuera de El Paso habrá mucho desierto y pocos recursos. Ahora es sábado de tardecita; habrá que esperar el lunes.

Refugiados hasta el lunes en una estación de servicio en la arteria de salida que eventualmente tendremos que tomar.

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