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iba o no, pero que podía, disparar como un proyectil. Intervenimos como se interviene para salvar un ojo.
- Ah, pero nunca un clavo dispara de una llanta.
- Si es así, ¿cómo explica el clavo que, una vez, nos disparó de un neumático en el proceso de ser extraído?

Bien. En el momento de re-colocar las dos ruedas, a pesar de nuestra explicación, de entrada, que el propósito de toda la operación era cambiar de lado a las gomas, cada goma se encaminó sin titubeo hacia el lado de donde se había sacado, en vez del otro lado - y sin nuestra exacerbada intervención, así, equivocadamente, se las hubiese re-colocado.

Bien. En el momento de ajustar las tuercas, tuvimos que intervenir otra vez, y dar una clase sobre cómo ajustar tuercas. No, así no, no hay que ajustar una tuerca, y a toda fuerza, con las otras totalmente sueltas; y no hay que pasar a la siguiente a su lado sino a la que está enfrente; siguiendo luego en estrella, con las demás, en este orden; y recién luego apretando cada tuerca, siempre en estrella, para la fuerza apropiada, una vez, todavía en el aire, una vez, ya en el suelo.  Increíble.

Después de Cuautla, vino lo imprevisto que nos impidió llegar a Cuernavaca hoy; un desvío por el pueblo de Tlayacapan, o mejor dicho por su iglesia con convento (iglesia desamparada por dentro y ex-convento - pero ambos del tipo fortaleza); o todavía mejor dicho, un desvío por la colección de momias en su iglesia con convento.  ¿Otra vez momias, después de las del Perú y de Chile?



Una momia diferente

Sí, pero éstas son coloniales, del siglo XVII, y en esta diferencia está el interés. Fueron encontradas debajo del piso de la iglesia, con sus cajones y sus indumentarias, originales; la mayoría se dejó en su sitio debajo del piso de la iglesia; algunas, están en exhibición en una bóveda del ex-convento; entre las expuestas, todas, salvo dos, son de niños. ¿Y por qué será? Porque la aridez de esta zona no es la del Perú y de Chile, no es tanta como para momificar el mayor bulto de adultos, pero sí es suficiente para momificar correctamente el menor bulto de niños.

Un rasgo curioso del convento es que, en vez de las habituales alegorías religiosas policromas, o acaso ahora esfumadas, el motivo decorativo es geométrico en blanco y negro.

Con este desvío, más que llegar a Cuernavaca a las 16, vamos a quedarnos y pernoctar aquí mismo.

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\CV/ Cuernavaca; sí, segundo día de esta segunda tanda en Cuernavaca.
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Y ¿por qué todavía tanto tiempo, después de nuestra huida del otro día?