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Tercero. Ambas inscripciones son un virulento ejemplo de dejadez, descuido, ignorancia de qué es un trabajo bien hecho, por alguien que nació y vive en dejadez, descuido, e ignorancia de qué es un trabajo bien hecho.

  ¿Por qué no se manifestó dichos dos conceptos en dos rótulos verticales, visibles, y orgullos de trabajo bien hecho? Una fina paradoja es que el "Bienvenido" se encuentra entre dos de los tres muy inacogedores rompemuelles ya mencionados.

Y hablando justamente de los rompemuelles, alguien se apiadó de los incautos turistas; a la altura del primer rompemuelle, borroneó con brocha gorda y pintura negra "tope" de manera atrozmente burda, agraviante, violadora se puede decir - en la inmaculada (ex-inmaculada) pared de un edificio recién terminado; lacra indeleble para toda la vida del edificio porque la pared no es de revoque - que tal vez se podría remendar - sino de piedras rústicas descubiertas, inamovibles.


El tope

Apareció un receptáculo para basura, de endeble hojalata; pero no un vulgar medio-tambor o tambor como tacho de basura, sino toda una creación de cuatro patitas y con una puerta lateral para recoger la basura - si bien no es claro cómo eso funciona ya que dicha puerta está condenada con un alambre de múltiples torceduras.

  De todos modos, seguramente un objeto de profundo orgullo para toda la jerarquía nacional: su frente proclama, estencilado con la misma deprimente y despreciable despreocupación, "Gobierno del Estado - Dirección de Turismo - Honorable Ayuntamiento"; sí, todo este augusto apadrinamiento en este laterío para basura.

  Para no crear la falsa impresión de un gran receptáculo por la superficie lógicamente necesaria para dar cabida a los susodichos auspiciadores, hay que aclarar que, en realidad, en la lata dice, nebulosamente, como otra inyección de desprolijidad, "Gob. del Edo - Dir. de Turismo - H. Ayuntamiento". Sólo falta que, por encima de toda esta jerarquía resplandezca la jerarquía máxima: "Excelentísima Presidencia de la República". ¿No sería más maduro, elegante, respetable, la sola palabra, prolijamente inscrita, "Gracias"?

Es cierto que todo lo susodicho parece un rabioso antagonismo nuestro, pero no lo es; es sólo la apenada descripción de la pura verdad. Además, esta descripción refleja no sólo este sitio sino el ambiente habitual en todo México, del cual no se puede escapar un solo día - sólo, en raras excepciones, media hora.

Además, una cosa es la incredulidad de ver semejante estado de cosas ya existente, y tomarlo, con un esfuerzo de benevolencia por parte del observador, como que quizás es remanente de épocas pretéritas de idiosincracia ahora superada, y otra cosa es la fascinación de ver tal injustificable mediocridad en formación ahora mismito.