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En particular, como de medida para nosotros, hay una reproducción de un segmento del típico friso de cuadriculado al sesgo de Uxmal, con todos sus intrincados componentes destacados en luminosos, contrastantes, colores; realmente, algo para ya sea encantar u ofender, difícilmente dejar indiferente.
¿Cómo serían edificios europeos así policromadamente iluminados en cada detalle? Habiendo visto esto, tenemos que reconsiderar nuestra reticencia respecto a la ineficacia de las minucias de esos frisos en el gran tamaño general de los frisos; así policromados, tienen que haber sido bien otra cosa. Lo que, empero, no invalida que a mayores frisos mayores motivos se presten más.


Los "supuestos" colores

Por otra parte, no sabemos si es para dar más veracidad ambiental a las piezas, pero hay mosquitos en el museo; sí, hay mosquitos adentro.

A la entrada al museo, hay una Placa Alusiva a la Ineptitud; es una placa de plástico bien hechita, con el horario; perfecta intención; pero el genio que la colocó, la clavó con clavos que, en vez de agarrarse en la pared, hicieron hoyos en la pared, en los cuales hoyos el genio los dejó flojos, por lo que dos de los cuatro clavos ya se perdieron; y con clavos demasiado largos, por lo que sus cabezas no aprietan la placa firmemente contra la pared, dejando la placa totalmente floja como veleta al viento en los dos clavos restantes, con peligro de rotura en cualquier momento.

Comentamos que es una pena, que habría que poner taquitos de madera en los hoyos hechos por los clavos anteriores, y poner clavos más cortos, para apretar bien la placa. Sí, se nos dijo, pero no hay madera de dónde recortar los taquitos, no hay clavos, ni siquiera cuatro pequeños clavos, no hay martillo en todo el museo, y habrá que referir el asunto a no menor autoridad que el Director del Museo - pero el director nunca está, eso lo sabemos nosotros: cinco o seis veces quisimos hablar con él, en varios días, a varias horas, nunca estuvo, nunca nadie supo dónde estaba, cuándo vendría, si es que vendría. Con semejantes subalternos y semejante organización, a lo mejor estaba buscando un clavo en un tacho de basura.

Más suerte tuvimos con la dependencia local del Instituto Nacional de Antropología, donde platicamos más de tres horas con tres personas diferentes. Muy interesante; pero que se queda para el resumen maya final - salvo una advertencia, expresada tantas veces cuantas veces se expresó cualquier otra cosa, y que conviene tener presente ya: en la arqueología mexicana, un tercio es suposición, un tercio es invento, un tercio tiene validez científica.

Por otra parte, tareas varias, sin perder un minuto aunque parezca mentira - como dato ilustrativo y justificativo, recorrimos 108 kilómetros por las calles meridanas.

Mañana, hacia nuestra próxima meta, famoso Chichén Itzá. Después del gentío de Palenque y de Uxmal, no sabemos si tenemos muchas ganas de ir, pero el deber es el deber.