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multitudinario aquí, que crea el dramatismo y vuelve el exotismo imponente.

Dicha fachada es un inordinario mosaico, de 7.500 piedras meticulosamente talladas, representando, en cuadriculado, en 250 idénticas re-ediciones, la cara del dios de la Lluvia, Chac, a razón de 30 piedras por cara.

Bastante impresionante.

Ahora bien, dicha cara es, a no dudarlo, así nos lo dicen los arqueólogos, el dios Chac, tan venerado por los Mayas, pero es también, a no dudarlo, así nos lo dicen nuestros propios ojos, una combinación de una cara felina, completa con colmillos, y de una trompa de elefante encorvada hacia arriba.



Pedazo de la fachada

Cuando vimos este motivo por primera vez, en Hochob, (con trompa hacia abajo), pensamos en Asia suroriental; aquí, con estas 250 trompas - si bien muchas, lamentablemente, acortadas por los siglos - nos vemos en Asia suroriental. Esta fachada por sí sola hace Cabá diferente.

En otro orden de cosas, en Cabá, se complica más el tratamiento de las habitaciones iniciado en Xlapak.

En Cabá, como en Xlapak, cada habitación de frente tiene anexa una habitación de fondo, pero con dos novedades.

• En Cabá hay, entre el terreno exterior y la primera habitación, y entre la primera habitación y la segunda, sendos substanciales desniveles que no existen en Xlapak.

Estos desniveles requieren dos peldaños. Estos dos peldaños, por debajo del engaño de sus complejas decoraciones, demuestran otra vez (junto con cualquier escalinata de cualquier tipo vista hasta ahora) que los precolonenses tenían jurado nunca hacer una subida o bajada cómoda.

Por una parte, ambos peldaños son angostos como para un solo pie; de manera que hay que colocar el pie en el segundo peldaño - que sea subiendo o bajando - en línea con el pie en el otro peldaño, un ejercicio en equilibrio. Y por otra parte, si bien el peldaño superior tiene su superficie chata y horizontal, el peldaño inferior tiene la curvatura de un ... cilindro acostado, con todas las delicias de inestabilidad al pisarlo - en adición a la inestabilidad debida a la angostura de ambos peldaños.



Los dos peldaños

Y ese sufrimiento, ¿por qué? Porque los dos peldaños, en conjunto, a más de peldaños, son también otro homenaje a la angosta y encorvada trompa de elefante del dios Chac ... ¿Quizás mortificación o concentración para los sacerdotes del dios?

Con tantas trompas de elefante, hasta debajo de los pies, como nariz del dios Chac, los cultores de contactos extra-continentales no pueden no destacar con >>>>>>>>