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demasiado lenta. Olfatear por aquí, auscultar por allá, hablar con éste, hablar con el otro - en el caso de Colón, "tratar de hablar" - conseguir agua, conseguir víveres, y el tiempo se va, se va.]

En Cuba - mejor dicho en un trecho de la costa norte de Cuba - se queda más de un mes. ¿Haciendo qué? Ciertamente no en estadía de descanso o en sosegado crucero costero.

Es notable la diferencia entre la habitual noción de la navegación de Colón a lo largo de la costa cubana, ilustrada por una línea paralela a la costa, y lo que Colón realmente hizo, se podría decir sufrió, según su propio libro de bitácora.


En verdad, un vivo símbolo de zigzagueante incertidumbre indescriptible en palabras.

Ahí, frente a Cuba, por un disgusto entre Colón y Martín Alonso Pinzón, la carabela de éste, La Pinta, se separa de las demás, el 21 de noviembre, y desaparece. Colón se queda con dos carabelas. [¡Qué coraje tuvo Martín Alonso, alejarse así solo, sin socorro!  ¿Y qué pretendía lograr?]

El 5 de diciembre de 1492, casi dos meses después de Guanahaní, Colón avista otra isla, y toma tierra en un punto que él llama San Nicolás. Su primer contacto con lo que, más tarde se sabría, era la isla variadamente llamada, en varios sitios, Barbeque, Bohio, Haití, Quisqueya, y que él, luego, llamó Española. Aún hoy en día, están, en ese sitio, el puerto Môle Saint Nicolas y, tierra adentro, la sierra Chaîne de Saint Nicolas.