¿Y el paisaje? Nada; una peneplanicie de pastos naturales, salpicada de arbustos encorvados, y puntuada de bosquecillos de palmeras alrededor de las aguadas; salvo la sierra delineando la frontera guyanesa. Poca gente, pocos animales, domésticos o salvajes: unos cebúes, unos yabirúes, unas cotorras, nada más.

Y termiteros, como éste

Llegamos a Boa Vista de noche.

Mañana será día de descanso y re-aprovisionamiento. Pasado mañana, será hacia Venezuela.

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Viajando.

Al completar nuestra provisión de combustible, nos encontramos con un aumento de precio; felizmente, pocos litros, y nuestra última compra en el Brasil. Entre el primer precio que pagamos, al ingresar al Brasil, y este último precio, un aumento del 105/oo en cuatro meses y medio, todo ello dentro del tan mentado plan económico de estabilidad de precios. El diésel no subió, por la lógica de que es esencialmente para actividades de producción mientras que la nafta y el alcohol son esencialmente para actividades de consumo.

Visto en el diario: el brote de peste bubónica se está propagando; tiempo para mandarnos a mudar.

Ahora que, ¿qué apuro hay en escapar de la peste bubónica para terminar en Nueva York donde, según noticias radiofónicas, una persona en cada 250 ya es portadora del sida (Síndrome de Inmuno-Deficiencia Adquirida).

Esta ruta, hacia Venezuela, es mucho menos agotadora que la ruta desde el sur hacia Boa Vista o aquella de Boa Vista a Bonfim y vuelta; lo que todavía la deja bastante deficiente.

Paisaje idéntico al paisaje camino hacia Bonfim: peneplanicie, pastos al natural, arbustos encorvados, algunas palmeras y, en la gran distancia, las serranías de la frontera; salvo que se va notando, cada vez más insistentemente, la aparición de afloramientos rocosos así como de grandes rocas sueltas.

Ello coincide perfectamente con, y da credibilidad a, la información que tenemos de que el norte del Brasil es una de las zonas sudamericanas más ricas en manifestaciones rupestres.

Según se nos hizo obvio con el correr de esta Expedición, así como, hoy en día, no puede haber espacio disponible donde alguien no ponga su garabato para la posteridad, así, antaño, no podía haber piedra disponible donde alguien de >>>>>>>>