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proporción adecuada. En Brasília, faltan las formas entre supernovedosas y convencionales, las interesantes-no-más, como las hay en Toronto, o en São Paulo.

Brasília, como se conoce, no es realmente todo Brasília. Es la quintaesencia de una ciudad mayor de la cual se separó cinco barrios residenciales que se colocó lejos, fuera de vista, más allá del horizonte. Por ello es que el centro ceremonial de Brasília - que es el Brasília conocido - parece ocupar tanto porcentaje de la ciudad; es que parte de la ciudad no está. Si los cinco barrios residenciales fuera de vista fueran partes contiguas de Brasília, Brasília sería otra ciudad.

La forma creada por los dos ejes, recto y curvo, tiene dos interpretaciones. Una es, de una aeronave, símbolo de un nuevo Brasil levantando vuelo. Otra es, de un arco y flecha, homenaje a los antiguos dueños de estas tierras.

Lo que no se entiende es que, con tanta tierra baldía, hayan pegado el aeropuerto tan desesperadamente cerca de dos de los sectores habitacionales, incluyendo el grupo de residencias de los ministros - que hasta eso está segregado como grupo social, en una punta de península en Brasília - de manera que los aviones obligadamente tienen que sobrevolar los infelices moradores tanto a la llegada como a la salida.  Increíble.

Así es Brasília, una promesa diferente que todavía falta cumplir. Además, lo sorprendente es no lo que se hizo en Brasília, sino que no se haya hecho mucho tiempo atrás, y a escala internacional, como una natural liberación de rutinas arquitecturales milenarias de épocas cuando no existían los materiales para hacer otra cosa que vertical, horizontal y perpendicular.

BR He aquí focos más concretos.

oo  La Catedral, quizás el edificio más convincente de todo Brasília, porque lo estético en él es también eminentemente funcional. En cierta manera, un cono truncado, emparentado en forma general - en esencia, cuando no en aspecto - con el templo moderno de Baía de Janeiro, salvo que, aquí, el cono truncado está sólo sugerido por un enorme haz de arcos, mejor dicho de bumeranes, concavos parados, convergiendo desde sus bases en amplio círculo en el suelo hacia el cielo y uniéndose como un ramo de flores en su punta superior. Este haz uniéndose en lo alto, unos dicen que simboliza manos orando, otros, que simboliza una corona.


La catedral y su campanario

De todos modos, esto, lo que se ve de afuera, no es todo el templo; viene a ser sólo su enorme techado en cono arqueado. El cuerpo del templo, el espacio donde se camina, está parcialmente excavado, del nivel del terreno para abajo, así que la entrada a la Catedral es endoterránea - y, se debe decir, también subacuática porque, todo alrededor de la base del haz que se ve, hay un espejo de agua, debajo del cual se pasa por un corredor, subacuático pues, de entrada. Este desnivel para abajo, parece que también tiene su simbología, que es un recuerdo de las catacumbas.