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Esta mañana, de la selva de palmeras quedan solamente restos - sólo bosques, mucho más reducidos en extensión, y mucho más ralos, para dar paso a pastoreos, y hasta a cultivos.

Con la efímera excepción anotada antes de Sete Cidades, cuando toda población había desaparecido - ahora vemos que temporalmente - el Brasil sigue bastante poblado. Aquí mismo, hay mucha más gente a la vista de lo que ignorantes como nosotros hubiesen esperado.

Hay, otra vez, una apreciable, pero no predominante, presencia de Negros. Estos parecen más auténticos, diferentes de aquellos de Bahia; diferentes para mejor.

El entorno adquirió un sello de mayor individualidad, por la mayor, y casi exclusiva, utilización de materiales naturales de la zona en las construcciones. Son centenares las chozas, a veces en hileras, a veces agrupadas en mini-aldeas, con techos de palmas. La mayoría, con sus paredes, de armazón de caña, rellenada con barro; algunas, también de palma solamente.



Casa de paja entre Caxias y Peritoró

Arroceras, o terreno que pueda servir para arroceras, no vimos; pero con toda seguridad tiene que haber muchas por ahí, si no, no habría tantos beneficios de arroz.

También hay acopiadores de castañas de acajú, o sea anacardo.

También, de algunos bosques que no se ve desde aquí, y que probablemente algún día no se verá ni en donde están ahora, están viniendo camionadas de majestuosos rollizos de maderas duras.

Recién cruzamos una vía de ferrocarril. Ya varias veces cruzamos líneas férreas, pero esta línea es diferente, toda nuevita, nuevo terraplén, nuevo balasto, nuevos durmientes, nuevos rieles.

La carretera nos está llevando por todos los altibajos de transitabilidad; incluyendo, su estado de recién reconstruida, el total desastre durante la reconstrucción, y todos los grados de deterioro antes de la reconstrucción.



Bacabal: mercado con "limpiadores" sui generis

Recién tuvimos la demostración de que los Brasileños pueden ser tan avivados como cualquiera, pero más acomodaticios, acomodadizos, de lo habitual.

Ocurrió recién, en un trecho de carretera justamente en reconstrucción, con una sola pista, de paso alternado en ambas direcciones, - y pista en terraplén, de tierra revuelta - y sin los habituales encargados de alternar los flujos de tráfico.