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* Entre los pájaros, hay los extraños vencejos grandes, cuyo ambiente predilecto es las propias aguas de las cataratas.

Se los ve, describiendo permanentemente vertiginosos arabescos en lo más tupido de las vaporizaciones de agua producidas por las cataratas, en busca de insectos, lo que, a su vez, naturalmente, delata la sorprendente presencia de los insectos, incluso de mariposas, según se puede ver a simple vista, en semejante ambiente. Cuando llega el momento de un descancito, no vacilan en atravesar con gran precisión los intersticios de las columnas de agua para posarse sobre la pared rocosa interna donde, incluso, anidan.



Los vencejos

En cuanto a los tucanes, ya no nos engañan con sus lastimosamente pesados picos. Nos enteramos de que, en contra de todas las apariencias, esos tremendos picos tienen una estructura finamente porosa y, por lo tanto, son bien livianitos.

Por otra parte, según nos enteramos, la presencia aviar global en la cercanía de las cataratas ha disminuido considerablemente a causa del frecuente estruendo, en los últimos años, de un helicóptero. Sí, porque hay un helicóptero para turistas basado en Brasil, que destruye sistemáticamente el rasgo auditivo de esta maravilla de la naturaleza, rasgo tan importante como el visual.

* Entre los insectos, hay muchas mariposas; pero no es cantidad por la cantidad, porque no es cantidad de una sola especie que, como una plaga, tuvo una efímera racha de eclosión colectiva, sino que es cantidad por cantidad de especies, con quizás relativamente pocos individuos por especie pero formando, en globalidad, un fascinante caleidoscopio de formas, tamaños, colores, mejor dicho combinaciones de colores, de una total fantasía creativa, sin olvidar las metamorfosis visuales de las mariposas de doble faz - de doble personalidad, se podría decir.

Y no es necesario cansarse buscándolas; se enredan en las piernas, se posan sobre la ropa, sobre la misma cabeza.



Aquí, una se posó so bre la mano de Božka

Muy inhabitual, esa multiplicidad de especies. Parecería que cualquier motivo decorativo que se le ocurriría a uno dibujar en un papel, siempre que sea creativo y fino - porque en las mariposas no hay nada vulgar o estereotipado - eventualmente se encontraría en una ala de mariposa.

Ojalá mejore el tiempo, habría que seguir adelante. Empezamos otra vez a atrasarnos en nuestro cronograma. Una fecha con cómodo margen para ingresar al Brasil hubiese sido el primero de junio; una fecha todavía satisfactoria hubiese sido el 15, pero hoy es ya el 28. La época seca está en curso ya, por más que llueva hoy, y la época de lluvias en el Brasil no perdona. No queremos que nuestro cronograma se vuelva un cronodrama.

Sin olvidar la total incógnita racional - si bien vivimos de esperanza - en cuanto a la visa venezolana y a las posibles dificultades, también imprevisibles, en caso de no conseguirla.