Comparando el futzor, menos antiguo, el futzar, más antiguo, y las dos únicas expresiones de Paraguay transliterables que tenemos, llegamos a la evidencia de que

•/ en S A K H O B E R G, de las 9 runas, 3 runas pertenecen a ambas runolistas, más reciente y más antigua, runas 1, 6, 8; 4 runas pertenecen a la runolista más antigua únicamente, runas 4, 5, 7, 9; y solamente 2 runas pertenecen a la runolista más reciente únicamente, runas 2, 3.

•/ y en S T U R M, si bien ninguna de las 5 runas es vieja solamente, y si bien todas pueden ser nuevas, 4 pueden ser también viejas, runas 1, 2, 3, 4.

•/ O sea, en Paraguay, runas del futzar antiguo parece haber.

También notamos que, mientras los estudiosos de las runas periferales a Vinland se refieren a las dos runolistas como futzar y futzor, por los cinco primeros sonidos de las runolistas, los estudiosos de las runas del Paraguay les agregan el sexto sonido, y se refieren a futzark y futzork.

Tomando en cuenta todo lo susodicho, de todo lo demás escuchado de nuestro estudioso, surge lo siguiente.

Hablar de Vikingos en el Paraguay, o sea insinuar que una tripulación vikinga zarpó de Escandinavia y llegó al Paraguay es una sensacionalización periodística y no es lo que los proponentes de lo vikingo en Paraguay y alrededores dicen.

Dicen así.

* Hay, en el Paraguay, no uno sino varios lugares con realidades tangibles que, inevitablemente, sugieren similitud, frecuentemente hasta total identidad, con realidades vikingas; entre tales lugares, el cerro Guazú, el cerro Morotí, el cerro Polilla, el cerro Itaguanbypé, el lugar Tacuatý.

→→ En dicho cerro Guazú - que es el yacimiento de indicios de estilo vikingo más grande de cualquier parte de la Tierra - en una zona de unas 170 cuevas, hay unas 40 cuevas con inscripciones, de las cuales cuevas sólo 4 ó 5 se estudió un poco; y hay escalinatas talladas en la roca, y también restos de algo que podría ser fortificaciones.

→→ En dicho cerro Morotí, se excavó tiestos;

•algunos tiestos, con inscripciones, curiosamente, a la vez, de estilo vikingo y de factura relativamente reciente, inscripciones que los estudiosos atribuyen a la muy curiosa tribu de los Guayaquíes - muy curiosa por razones que también anotaremos - y que copiaron así: