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Así que ahora, por lo menos así esperamos, las oficinas burocráticas de La Plata sabrán qué pasa realmente dentro de la ciudad; y nosotros, si bien - basándonos en nuestra experiencia anterior - probablemente hubiésemos conseguido visitar el museo para nuestros propósitos, ni nos molestamos, en base a que si la organización interna está a nivel, o desnivel, de la desorganización externa, no valía nuestro tiempo y pena.

<> En la vecindad, a cierta distancia, de La Plata, tuvimos, pues, una visita mucho más agradable, en una estancia; la cuna, y único centro mundial de cría, de los famosos caballos Falabella. Bueno, de los mini-caballos; bueno, de los micro-caballos Falabella. Qué sensación es poder tomar un caballo en los brazos y llevárselo, o tener que sentarse en el suelo para estar a su altura.



O ¿será que Božka se volvió una giganta?

Son estos caballitos-juguetes el resultado de un proceso empezado 150 años atrás, y desarrollado en fuerte escala en los 40 últimos años, por la familia Falabella; y se sigue todavía el lento y paciente proceso de achicamiento.

En este momento, los juguetes, perdón, los caballitos más chicos miden alrededor de 48 centímetros de alzada, con un peso entre 20 y 25 kilogramos, siendo las medidas comunes del plantel, de unos 450 reproductores, yeguas y padrillos, entre 65 y 70 centímetros, y los pesos entre 30 y 35 kilogramos.

Teníamos la curiosidad, de qué caballos estos enanos son los descendientes; ¿quizás de una misteriosa línea perdida y redescubierta de los caballos prehispánicos americanos?

No, se empezó a trabajar con caballos de los comunes. Y por ello, estos micro-caballos no son tan frágiles como parecen. Al contrario, son mucho más resistentes que caballos comunes a toda clase de intemperies; tienen una mejor salud y son mucho más longevos, unos 30 años, y hasta 40 años, de vida, contra 20 años de los caballos comunes. Todo ello, gracias a que, a pesar de parecer, y de ser, piezas de salón, son criados estrictamente a campo, y gracias también a una evolución anatómica muy curiosa, a saber que, en el proceso de achicamiento de los cuerpos, los corazones no se achican en la misma proporción, por lo que dan a estos caballitos una bomba de vida mucho más potente, en proporción, que en los caballos comunes.

Son estos micro-caballos, de salón, no sólo por su tamaño sino también por su muy buen carácter, y por sus hábitos de limpieza.

Recién a los dos años de edad se los puede vender, cuando se les quita el pelo rústico, hasta medio salvaje según pudimos ver, de la intemperie, y se los baña, peina, lustra, acorde a la dignidad de su rango de compañeros de realezas, potentados, personalidades, en muchas partes de la Tierra; en prácticamente cualquier variedad de pelaje que plazca: tobiano, zaino, bayo, alazano, ruano, pintado, apaluz.