Pasando a una visión, a una dimensión, por completo diferente - y sin par - estando en Punta Arenas, estamos en la Región XII y última, después de haber empezado en el norte con la Región I; que así es la división en 12 regiones de la longaniza chilena en la vida práctica diaria, aun cuando también hay nombres de provincias como Tarapacá, Ñuble, Magallanes, pero que no son parte de la vida diaria.

Y estar en esta Región XII tiene una implicación curiosa, por lo menos administrativamente: estando aquí en esta Región XII, estamos también, por obra y magia de los libros administrativos ... en la Antártica chilena; cualquier mapa un poco detallado desvela el secreto de que los Chilenos consideran las tierras sur-occidentales de su conislación magallánica como parte de la Antártica chilena; y, si entendimos bien las cosas, estando en Punta Arenas, estamos en la capital de la Antártica chilena. Como ya dicho, los Chilenos toman su tajada, su sector, de la Antártica muy en serio.

Con todo lo susodicho, se hizo un poco tarde. Vamos a salir de Punta Arenas, hacia el sur a lo largo del estrecho de Magallanes, en dirección a un lugar en su costa que, en los tiempos heroicos, se llamó Puerto Hambre, y todavía hoy así se recuerda; un lugar, parte integral de una de las tantas epopeyas que se desarrollaron a lo largo de este estrecho, y también, de una gran tragedia.

Sí, hacia el sur a lo largo del estrecho de Magallanes por más extraño que parezca dentro de la noción del Estrecho yendo de Atlántico a Pacífico, o sea de este a oeste. Es que el estrecho de Magallanes no corta directamente de este a oeste, ni siquiera en línea retorcida, sino que, primero, baja de noreste tan al suroeste que, en un sector, este sector, apunta directamente al sur - lo que tiene que haber sido una buena desesperación, entre las muchas otras, para Magallanes - y recién luego cambia su rumbo de sureste a noroeste, en una figura global de gran V artística:       
                                             
En camino, estamos viendo símbolos.

<> Ya vimos un par de cascos de barcos despedazados, símbolo de los muchos naufragios cobrados por este Estrecho y toda la punta sur de América, no sólo de veleros en los tiempos heroicos sino, en tiempos mucho más recientes, de barcos de metal y a vapor; aun cuando ahora, por lo que vemos, el Estrecho está absolutamente desprovisto de tráfico, más desprovisto que muchos lagos sin salida.

<> Ahora, estamos viendo una gran plataforma flotante con tres altísimas torres para explotación de petróleo, símbolo de los tiempos nuevos, y símbolo de las ingentes riquezas por encima de las cuales navegaron sin saberlo tantos buscadores de riquezas.

 
            La plataforma                                                                                  El casco

Nos encontramos una confortable explanada dominando convenientemente el estrecho de Magallanes, y nos estacionamos para pasar la noche.  Y nos queda >>>>>>>>