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de Huaylas, sino muchas corderías blancas, en libertad, desparramadas por los cuatro horizontes. Ninguna fotografía podría traducir esta grandiosidad perimetral.

Seguimos oscilando alrededor de los 4.800 metros.

Y ahora, la bajada final - por ahora. ¿Cómo lo sabemos? Por la tremenda cuenca, tremenda en vastedad y tremenda en profundidad, verdaderamente como el fondo de un océano sin agua, que se extiende delante, debajo, de nosotros.

Terminó la bajada; sin embargo, estamos todavía a 4.000 metros. Parece que vamos a viajar por una llanura; y parece que, en algo, nuestros informantes tenían razón: nos espera ahora una trocha que nos fue pintada como horrible, y que parece serlo.

Y lo fue.

Pero - ¿cómo pueden terminar 30 kilómetros de sacudidas y de charcos, siempre a los 4.000 metros de altitud, con una carcajada?

Así. Después de todo lo que nos aguantamos a cada vuelta de rueda en esa trocha, cuando alcanzamos, por fin, la primera casa del pueblo, una casa en realidad todavía fuera del pueblo, sin calle, y con el terreno más charco que otra cosa, vimos con asombro, en la pared de dicha casa, una ... flecha de tránsito, mostrando una sola vía, y en la dirección de donde habíamos venido, así que habíamos estado viajando a contramano en esta desolación sin tráfico, y así que tendríamos que seguir viajando a contramano en desafío de esa flecha de opereta ya que otra vía de comunicación no hay. Sería fascinante hablar con quien colocó esta incongruencia.



Hay que verlo para creerlo

Es en este pueblo, Yauri, que vamos a pernoctar, siempre alrededor de los 4.000 metros de altitud.

Durante la travesía por la trocha, había empezado a llover. Ahora, sigue lloviendo. Esperamos que es una lluvia común, y no el principio de las lluvias torrenciales de nuestros informantes.

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*

Esta madrugada, la Luna, más o menos llena, nos indicó que el cielo estaba cubierto, pero de manera lo suficientemente tenue como para ver el satélite por translucidez.

La iglesia de este pueblo de Yauri hace competencia a la catedral de Arequipa, porque también está construida, no perpendicularmente sino longitudinalmente a todo un costado de la Plaza de Armas. Pero ahí, naturalmente, termina la similitud. Uno se pregunta por qué construyeron una iglesia tan grande, cuando la mitad hubiese alcanzado holgadamente. La misma pregunta se podría hacer en muchos otros casos similares.