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Vimos una fotografía de la tableta, más exactamente de una réplica de la tableta, y el texto es así:

que los epigrafistas transliteran en:
        
              A - B - Y   G - B   S -R- D     M - T    M   Z - D

Nota 1): la parte que falta en la  primera  M, comparada  con la segunda M, se
         debe a la forma del reborde de la tableta.

Nota 2): es curioso  que, mientras  se esperaría  que  todas las letras fuesen
         consonantes, hay empero una vocal, y una solamente, la A inicial

         y que los epigrafistas traducen en:
        
         Un elefante sostiene la Tierra y causa sus temblores

Nota 3): una  consideración  más apropiada, hay  que reconocer, para un templo
         capital en lugar de origen que para una situación de aventura a medio
         mundo de distancia  del lugar de  origen; pero quizás en esto esté la
         clave del misterio.

Escritura libia en Cuenca. Suficiente para inflamar el desdén de las cofradías timoratas y el entusiasmo de los intrépidos sabuesos.

Este elefante mitológico nos hace acordar de un elefante escultórico encontrado en Ecuador, en el valle de Namangosa, una estatuilla, según pudimos ver en una fotografía, de piedra, estructuralmente muy rugosa, pero de composición muy estética, con el ojo, la cabeza, el cuerpo, la trompa, llenos de vitalidad, y las cuatro patas juntitas en una superficie un poco arqueada como un elefante actuando en un circo.

También fuimos a ver algo llamado, quién sabe por qué, el Rollo del Vecino. Se trata de una columna de unos tres metros de alto, con cuatro clavijas en su parte alta, equidistantes alrededor de la circunferencia; erigida en 1587. Servía para castigar a malhechores y criminales, colgándolos por sus pulgares durante tiempos desde relativamente cortos a mortales, según la gravedad del caso.

Finalmente, tuvimos la suerte de visitar un museo que nadie conoce todavía porque es un museo particular todavía en formación, pero bien interesante es; de nombre Landívar.

Entre muchas cosas de refinado interés, nos enriquecimos viendo lo siguiente: unos cuchillitos de obsidiana, mejor dicho hojas de cuchillos de obsidiana, muy clara, casi transluciente; una tsantsa de animal, más específicamente de perezoso; una de las famosas cerbatanas con unas sorprendentes flechitas >>>>>>>>