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afuera del cerco de las refinerías, el precio de la nafta al público es uno de los más altos que hemos visto hasta ahora en Canadá.

Visitado Montréal, tomando, como polos, la iglesia de Nuestra Señora y el recinto de los varios estadios deportivos de los juegos olímpicos de 1976, y como unión, el tren subterráneo.

/*\ En lo que atañe a la iglesia de Nuestra Señora - Notre Dame, en quebequense - en cuanto a su exterior, nada; en cuanto a su interior, sería cuestión de definir las palabras cuando se lo llama uno de los más hermosos de la Tierra, pero es cierto que es muy atractivo; y diferente, en por lo menos tres maneras, de lo que uno espera ver por lo común en una iglesia:

+ una diferencia es que, a ambos lados de la nave central, esta iglesia tiene dos pisos de palcos con asientos para cantidad adicional de feligreses, dando la impresión de un teatro, sin darle a esta palabra una insinuación peyorativa;

+ otra diferencia es el agradable uso de luces indirectas azules detrás del altar mayor;

+ y la tercera diferencia es que, detrás del altar mayor de esta iglesia - que, por dónde se la mire, es de estilo muy tradicional - hay una capilla de estilo totalmente moderno, sin darle a esta palabra una inferencia despectiva, al contrario, de buen gusto; además, el altar es todo de acrílico, de manera que, cuando se entra en la capilla, ni se nota su presencia, es solamente de costado que se nota.



Adentro de Notre Dame

Finalmente, el sonido del órgano es muy bueno y la acústica, también. En conjunto, fue una visita agradable para nosotros.

/*\ El recinto olímpico tiene que tener, en maqueta, lo que se podría llamar una pinta bárbara, bien impresionante, con edificios de formas variadas, las que se podría llamar futurísticas si no fuese que ya existen ahora - a tal punto que uno de los edificios está construido con uno de sus costados en curva y pendiente como de trampolín de esquí. Pero, en la realidad, las cosas no son así; por dos razones principalmente. Una razón, porque todos los edificios tienen ese mismo color mal definido que da el cemento, y ya que todos están en un ensamblaje bastante compacto, el conjunto creado resulta bastante inerte. Otra razón, porque la terminación es bastante pobre - nada de refinamiento, nada de orgullo del trabajo bien hecho. Por todo ello - especialmente si, a lo anterior, le agregamos los edificios, también de forma llamativa, destinados para el alojamiento de los atletas, y ahora trans-formados en casas de departamentos - es nuestra impresión que este complejo olímpico, o ex-olímpico, en maqueta, sí, en la realidad, no tanto.

/*\ Para llegar de un sitio al otro, tomamos el subterráneo. La impresión que tuvimos de este subterráneo se puede concentrar en una sola palabra: circo. >>>>>>>>