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y tiene más crestas y bajos que un mar, y hay que ir acelerando, desacelerando, y hasta frenando, a cada rato para adaptarse a sus antojos; es en una carretera como ésta que hay que saber manejar un poco, porque en las carreteras más comunes de hoy en día el coche se lleva solo.

Ya pasó un rato largo, y la carretera sigue con sus caprichos; nos estamos rompiendo la cabeza para tratar de adivinar la causa de semejante trazado porque la topografía del terreno no lo justifica en absoluto; no somos ingenieros viales, pero no hace falta ser mago para ver que cinco curvas de cada seis son absolutamente inútiles y que el camino podría seguir perfectamente recto.

A Božka se le acaba de ocurrir una idea medio en chiste pero quizás también medio en serio; que fue el contratista vial quien influenció el trazado porque, como le iban a pagar por kilómetro, quería tener más kilómetros para construir. Pero a Karel acaba de ocurrírsele otra idea, al recordar la primera impresión que tuvo de esta carretera; impresión de una carretera de tipo europeo antiguo, o sea de la Europa de alrededor de la segunda guerra mundial, salvo las Reichsautobahnen alemanas; la idea de que, quizás, en este Québec tan patriótico y tan consciente de su raíz francesa, hasta las carreteras las quieren copiadas de Francia - de que por lo menos el ingeniero vial que estuvo a cargo de esta carretera quiso hacer así; o sea la idea de que la causa del comportamiento de esta carretera sería no técnica sino sentimental, si bien, en Francia, tales carreteras ya no tienen. Una tercera conjetura de fantasía que se nos ocurrió es que el ingeniero a cargo de este trazado era un artista y que le gustaban más arabescas que líneas rectas. Tres elucubraciones locas, éstas; pero perfectamente a tono con la locura de esta carretera.

¡Ah! ¿Qué vemos ahora? La carretera se puso ... derechita, derechita no más; un cambio total de personalidad a pesar de que la topografía y el tipo de terreno siguen los mismos que antes. Esto sí que está bien curioso; no puede haber otra explicación, para seguir con las elucubraciones locas, que este nuevo trecho de camino fue trazado por un ingeniero con otros gustos estéticos o con otras convicciones patrióticas.

Cada vez más rocas; cada vez menos arena.

Ahora, las rocas se van cambiando en pequeños afloramientos rocosos, y el terreno se está volviendo más quebrado.

Otro cambio, la vegetación; cada vez más coníferos - cada vez más desarrollados, más grandes y más amontonados.

La carretera sube y baja fácilmente formaciones rocosas cada vez más acentuadas a lo largo de la costa.



Hielos colgantes antes de Sheldrake

Después de haber admirado este conjunto panorámico desde ya hace rato, podemos decir que es sumamente pintoresco, que vale la pena del viaje y que se merece admiración.