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Como nos pasó para el Darién y América Central, la gente está pintando cuadros de peligro, y otra vez no sabemos hasta qué punto conviene hacerles caso y hasta qué punto no corresponden a la realidad.

Ya sabíamos que Colombia no tiene estaciones térmicas, que las ambituras están condicionadas por la altitud: desde un calor tropical en la costa y en los llanos tierra adentro hasta nieves eternas en las cumbres andinas; pero, mirando recién un mapa de Colombia para estudiar las carreteras recién mencionadas, nos dimos cuenta de hasta qué punto dicho fenómeno es parte de la realidad colombiana: en este mapa, la habitual escala de colores, desde verde claro a marrón oscuro, que, en general, en todos los mapas, indica las diferentes altitudes, aquí, no se refiere a altitudes sino a lo que se llama en este mapa pisos térmicos, en términos, primordialmente, de grados de ambitura, y solamente incidentalmente, de metros de altitud.

Nosotros, por ahora, nos estamos aguantando ambituras en los 35-38 grados, evidentemente centígrados, como máximas, con mínimas de 25-27 grados; pero ya dentro de pocos días, cuando lleguemos al principio de la cordillera de los Andes, se nos terminarán los calores y empezará el clima entre templado y frío.

Así que, en este parque Tairona, no vimos ni un pedazo de coral pero, gracias a nuestro inesperado día adicional aquí, nos enriquecimos observando un aspecto de la vida de las hormigas.



Las hormigas

Ya anoche, habíamos observado con asombro el ancho de unos 20 a 25 centímetros de una huella, casi un camino, de hormigas, sin fin visible a la derecha o la izquierda, recorrido por apretados, hacendosos, miles de los insectos; todos aquellos moviéndose en una dirección, cargados de pedazos de hojas y otra materia vegetal, y todos aquellos moviéndose en sentido contrario, sin carga - una gran actividad, bien organizada.

Esta mañana, vimos lo mismo.

Pero más hacia el mediodía, encontramos la calzada hormiguera totalmente desierta - ni una hormiga. Naturalmente, ¿qué hormiga con sentido común seguiría trabajando tan intensamente bajo el Sol del mediodía de los inter-tropos?

Más tarde, a eso de las 3:30, fuimos a echar un vistazo a la Avenida de las Hormigas, y justo fue el momento cuando empezaban a salir otra vez por centenares. Qué interesante fue observar, todavía solamente una pequeña parte de la formico-pista ya llena de los batallones de hormigas, todavía todas yendo sin carga en una sola dirección, con dos hormigas haciendo de batidoras bien adelante de la muchedumbre hormiguera; y, consecuentemente, una gran parte de la hormigo-pista todavía perfectamente vacía y desierta; y, naturalmente, ninguna hormiga todavía en sentido contrario con carga; realmente, muy interesante esta salida en masa, disciplinada, organizada, después de la disminución del calor del mediodía.