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Un dato que agrega todavía más emoción a toto lo anterior es que, según nos dijo nuestro guía, esa loma podría ser cultivada como todas las tierras alrededor pero fue dejada en su estado natural de vegetación, y las piedras fueron dejadas donde se encontraron, por orden del propietario del ingenio, quien quiere que ese lugar sagrado para los paraborígenes siga siendo sagrado para los paraborígenes.



Interrumpiendo, sin querer, un ritual paraborigen

Esta cabeza en los cañaverales insinúa una pregunta. ¿Sólo una cabeza emergiendo del suelo, o la cabeza de toda una estatua cubierta por sedimentos de los siglos? Si hay cuerpo, podría tener algo de 12/15 metros; por cuanto estaría quebrado, horizontal, porque parecería extraordinario que fuese sedimentado en tal espesor. Otra pregunta: ¿Puede haber otros restos sepultados? Es probable, porque sería extraño que cabeza tan ricamente detallada se encuentre sin contexto en el medio de la nada.

La visita de esta loma no solamente fue sumamente interesante sino que también fue un privilegio.

Pero con tantas cosas fascinantes, como lo de La Democracia, esta mañana, o lo de El Baúl, ahora mismo, el tiempo se nos escapa entre los dedos de manera catastrófica; sin embargo, tenemos que llegar a Costa Rica aunque sea una hora antes del vencimiento de nuestra visa.

Estamos viajando hacia otra meta más, por una ruta que tiene que ser la más dulce de todo Guatemala; con todos los camiones sobrecargados de caña de azúcar, el pavimento está lleno de cañas caídas y luego aplastadas en papilla por el tráfico; en el aire se huele el aroma de dulzura; lástima que cada camión que cruzamos, especialmente cada camión que tenemos que seguir, nos sofoque con su escape diabólico.

Recién, tuvimos una revisación militar, no por milicia sino por gente uniformada; como para no perder la costumbre.

Acabamos de emerger del purgatorio de unos treinta kilómetros de un camino, no de tierra sino de piedra, absolutamente tremendo, más el lecho de un torrente que un camino, y nos estamos aproximando a la capital número dos de Guatemala, después de Iximché; en realidad, la primera capital permanente. Pero también se está aproximando el anochecer.

Por todos los atrasos del día, esta mañana, La Democracia, esta tarde, El Baúl, y ahora, el tremendo camino a una lentitud de entre cinco y quince kilómetros por hora, apenas si tuvimos justito el tiempo de visitar, mejor dicho de echar un vistazo a, esta ex-capital, Ciudad Vieja, como se la conoce hoy, o también Almolonga. Fue fundada en 1527, pero destruida por sismo e inundación en 1541. Así es la extensión de la "permanencia" de esta primera capital permanente. Hoy, es solamente un simple pueblito con un recuerdo.