Pero ningún esqueleto se encontró con todos los huesos en secuencia, como suele ocurrir a veces en los estratos rocosos; por la simple razón que nosotros mismos vimos, hoy, en acción: las burbujas de gas metano perturbando permanentemente la masa negra, en su ascensión hacia la superficie.

Y los mismos acontecimientos siguen el mismo curso hoy mismo:

º el petróleo sigue ascendiendo del subsuelo a la superficie; así es que, en los dos depósitos fosilíferos donde siguen excavando, tienen que sacar por bombeo el nivel siempre en aumento del petróleo para que éste no inunde los depósitos bajo estudio;

º las burbujas de gas siguen reventando por aquí, por allá;

º y animales siguen siendo atrapados; si bien en mucho menor cantidad, ya que, en estos días, animales sueltos, en esta zona, son una rareza, y si bien, probablemente, en vez de un mastodonte, será una laucha, y en vez de un tigre, será un gato.

Todo ello está sito en un parque público donde hay, además, unos sesenta puntos de interés para el botanista: árboles, tanto indígenas como de otras partes de la Tierra, como ser China, Australia, Brasil, el Himalaya, Japón, Argelia, México, las islas Canarias, el sur de Europa, y árboles de tipos que también fueron encontrados fosilizados en la brea.

Luego, fuimos a dar una vuelta por el famoso suburbio de Beverly Hills, con sus mansiones de lujo en su parte llana, y sus mansiones exorbitantes en su parte ondulada.

Casa "rara" en Beverly Hills

Ahora bien, ¿de qué sirve vivir en Beverly Hills cuando cada mansión, hasta la última, tiene una advertencia bien a la vista de que está bajo la vigilancia de tal o cual empresa de seguridad y de que cualquier alarma será contestada con armas de fuego? Y la contaminación es muy igualitaria: arruina el aire de estos ricos lo mismo que el aire de los pobres.

Hay que mencionar, para no dar una imagen falseada de las cosas, que encontramos ciertas partes del conglomerado losangelino donde pudimos comprar nafta sin tener que dar el agraviante depósito antes de cargar la nafta.

También notamos en Los Angeles una cierta cantidad de estatuas - una gran diferencia con las otras ciudades vespuccianas que conocimos hasta ahora - si bien dichas estatuas no gozan de la importancia que tendrían, y no contribuyen a la calidad de la ciudad como podrían, si fueran bajo la tutela municipal; son todas estas estatuas iniciativas particulares colocadas en lugares particulares, donde no se destacan, y donde el ambiente más bien las mata.

Estamos estacionados en una calle de Westwood, en un lugar que, esperamos, será tranquilo para pasar la noche.